Publicado por Mahou S.A.el Martes, 17 Noviembre 2020

Mahou San Miguel da un paso más en su Plan Estratégico de Sostenibilidad "Somos 2020" que se puso en marcha en el año 2018 en base a 20 compromisos concretos en distintas materias.

Objetivos de la iniciativa

Diseñar todos los productos, servicios y experiencias, reduciendo el uso de material de envasado utilizado y fomentando el retornable, impulsando activamente el cambio hacia envases innovadores y modelos más circulares que contribuyan positivamente a nuestro entorno y a la sociedad, preservando siempre la máxima calidad de nuestros productos. 

Resumen de la iniciativa

Mahou San Miguel, en línea con su compromiso con el entorno y la sociedad, da un paso más en su Plan Estratégico de Sostenibilidad ?Somos 2020?, que se puso en marcha en el año 2018 en base a 20 compromisos concretos en distintas materias. 

Actualmente, cerca del 50% de las ventas de Mahou San Miguel se realizan en formato barril, sin generar envases de un solo uso ni residuos; todos los formatos de cristal son 100% reciclables, al mismo tiempo que se incentiva que el 80% del volumen de ventas por este canal sea retornable. Además, todo el cartón que utiliza la compañía es sostenible y las latas de aluminio que utiliza son 100% reciclables. 

Estos avances han permitido, en los últimos 10 años, que Mahou San Miguel haya reducido su uso de plástico en más de 960 toneladas; el de cartón, en más de 1.000 toneladas y que el aligeramiento de sus envases de vidrio haya permitido ahorrar más de 3.500 toneladas de vidrio. Todo ello se traduce en un ahorro de 7.200 toneladas de CO2 que no han sido emitidas a la atmósfera. El objetivo de la compañía es continuar avanzando en este camino, incorporando materiales cada vez más sostenibles. 

Muestra de ello ha sido la eliminación en 2019 del plástico de envases y embalajes de más de 12 marcas y agrupaciones de producto distintas. 

Entre los materiales que se han dejado de utilizar se encuentran los retráctiles plásticos, que han sido sustituidos por cajas de cartón biodegradable, y las famosas anillas que mantienen juntas las latas, que suponen todo un reto por las escasas alternativas que existen actualmente en el mercado y que contarán con su propia versión en cartón. 

Por otro lado, nuestra marca icónica de agua mineral natural, Solán de Cabras, ha centrado sus esfuerzos en desarrollar iniciativas para asegurar un futuro sostenible a través del modelo de economía circular, basado en crear una segunda vida para cada botella y optimizar el consumo de recursos naturales. En este sentido, Solán de Cabras, tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, lleva a cabo proyectos donde la reducción del gramaje, la reutilización y la incorporación de material reciclado a sus botellas son las piezas fundamentales. 

Gracias a ello, la compañía ha conseguido que todas las botellas de la marca estén fabricadas con un 50% de PET reciclado y nuestro objetivo sería seguir ampliando esta iniciativa hasta conseguir que el 100% de nuestros envases tengan un 100% de pet reciclado. 

Muestra de ello, es el reciente lanzamiento de su primera botella fabricada 100% con plástico reciclado, manteniendo la iconicidad de su diseño único. El nuevo formato aporta una notoria reducción de huella de carbono, un total de 3.179 toneladas, el equivalente a la fijación de CO2 de 227.071 árboles durante un año, además de evitar el uso de más de 1.100 toneladas de plástico virgen. 

Capacidad de reducción o absorción de CO2

Actualmente, cerca del 50% de las ventas de Mahou San Miguel se realizan en formato barril, sin generar envases de un solo uso ni residuos; todos los formatos de cristal son 100% reciclables, al mismo tiempo que se incentiva que el 80% del volumen de ventas por este canal sea retornable. Además, todo el cartón que utiliza la compañía es sostenible y las latas de aluminio que utiliza son 100% reciclables. 

Estos avances han permitido, en los últimos 10 años, que Mahou San Miguel haya reducido su uso de plástico en más de 960 toneladas; el de cartón, en más de 1.000 toneladas y que el aligeramiento de sus envases de vidrio haya permitido ahorrar más de 3.500 toneladas de vidrio. Todo ello se traduce en un ahorro de 7.200 toneladas de CO2 que no han sido emitidas a la atmósfera. El objetivo de la compañía es continuar avanzando en este camino, incorporando materiales cada vez más sostenibles. 

Muestra de ello ha sido la eliminación en 2019 del plástico de envases y embalajes de más de 12 marcas de cerveza y agrupaciones de producto distintas. Estrategia que permitirá ahorrar más de 90 toneladas de plástico al año. 

Entre los materiales que se han dejado de utilizar se encuentran los retráctiles plásticos, que han sido sustituidos por cajas de cartón biodegradable, y las famosas anillas que mantienen juntas las latas, que suponen todo un reto por las escasas alternativas que existen actualmente en el mercado y que contarán con su propia versión en cartón. 

Desde Solán de Cabras, con su reciente lanzamiento de la primera botella fabricada 100% con plástico reciclado, manteniendo la iconicidad de su diseño único. El nuevo formato aporta una notoria reducción de huella de carbono, un total de 3.179 toneladas, además de evitar el uso de más de 1.100 toneladas de plástico virgen. 

¿La iniciativa está alineada con la estrategia de reducción 1,5 ºC?

Sí, en Mahou San Miguel trabajamos para mejorar cada año nuestros indicadores ambientales a través de acciones transversales que involucran a clientes y proveedores. Nuestro objetivo es disminuir nuestra huella de carbono, incluida en el registro español, un 10% en 2020 a través de la eficiencia energética, el uso de fuentes renovables y un plan de movilidad sostenible. 

Además, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero son cada vez menores y, desde el año 2000, han experimentado un descenso del 25,9%. Solo en 2019, conseguimos reducir el CO2 que emitimos un 2,54% gracias a la ampliación del uso de vehículos sostenibles tanto en la distribución de nuestros productos 

como en la flota comercial, así como a otras medidas implantadas en nuestros centros de producción, como la recuperación de vahos o el uso de refrigerantes STP para la prevención de la emisión de sustancias reductoras del ozono.