DECÁLOGO 5+5
Cuidamos la tierra que cultivamos. González Byass tiene 2.000 hectáreas de viñedo propio en nueve de las principales regiones vitivinícolas españolas y en Chile. En todas nuestras viñas empleamos técnicas de agricultura sostenible. Además, un 20% de nuestro viñedo es de cultivo ecológico y el 50% está acogido a producción integrada. Cuidamos el medio y la fauna auxiliar sustituyendo tratamientos convencionales por biológicos y trabajamos para mantener la biodiversidad en el viñedo, recuperando variedades de vid típicas de cada zona productiva y protegiendo la fauna que habita en ellos, con cubiertas vegetales y plantaciones de árboles donde anidan numerosas aves y crían pequeñas especies.
Cuidamos el planeta en que vivimos y el aire que respiramos. Toda la energía consumida en nuestras bodegas procede de fuentes 100% renovables. Se han instalado placas solares y calderas de biomasa. Y tomamos medidas de eficiencia energética para reducir el consumo energético, como sustitución de luminarias por bajo consumo, sectorización de la iluminación o adquisición de nuevos equipos más eficientes.
Cuidamos el agua, esto es, la vida. Uno de nuestros objetivos principales es el ahorro de agua, tanto en el viñedo como en las bodegas. En el viñedo, empleamos técnicas de riego deficitario y regamos sólo cuando es indispensable, midiendo el estrés hídrico de la planta. Además, reutilizamos el agua de distintos procesos de bodega y el agua de lluvia, que recogemos en balsas, para riego. En bodega tenemos circuitos de agua cerrados, que evitan que se pierda, en la refrigeración de los depósitos de fermentación o la esterilización de los filtros de embotellado. Se imparten cursos de consumo responsable a nuestros trabajadores y se dispone de cartelería que promueve el ahorro de agua.
Trabajamos para ser más. Perseguimos que todos nuestros proveedores se impliquen en la sostenibilidad para lo que realizamos una evaluación anual de su grado de sostenibilidad. Actualmente, el 75% de nuestros proveedores son sostenibles y tenemos un objetivo de mejora anual del 0.5%. Además, trabajamos conjuntamente con ellos para mejorar nuestro comportamiento ambiental reduciendo el peso de las botellas de vidrio, empleando materiales de embalajes reciclados, sustituyendo materiales por otros reciclables y comprando cajas de cartón y madera que provienen de bosques certificados.
Trabajamos para ser mejores. Buscamos la mejora constante de nuestros procesos, empleados y entorno. En 1955, fundamos el primer centro de investigación privado de España que trabaja en la búsqueda de la excelencia. Nuestros trabajadores cuentan con diversas ayudas y un plan de desarrollo profesional basado, entre otras cosas, en la formación continua. Además, estamos llevando a cabo, en colaboración con WWF, varias jornadas de replantación de árboles de especies autóctonas en zonas afectadas por la deforestación de nuestro entorno, para la recuperación del paisaje a través de la mejora forestal.
Colocando cada 15 m2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.
Colocando cada 15 m 2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.
En el mercado se pueden encontrar sensores de luz que detectan automáticamente su intensidad y desconectan los sistemas de iluminación si hay suficiente luz natural permitiendo ahorros de energía de hasta un 70%. La media de horas de luz diurna en verano en España es de entre 13 y 15 horas.
Los equipos con etiquetado energético de la clase más alta son los más eficientes y pueden generar importantes ahorros en la factura eléctrica y menores emisiones de CO2. El menor consumo de energía a largo de la vida útil del electrodoméstico compensará el coste inicial, en algunos casos, superior.
La sustitución de los sistemas de generación de calor se puede realizar usando energías renovables que producen cero emisiones de CO2 y no se agotan cuando las consumimos, ya que se renuevan de forma natural. Se estima, por ejemplo, que en España la superficie de las instalaciones solares térmicas pasará de los 2 millones de m 2 actuales a los más de 100 millones de m 2 previstos en 2020.
El cálculo de la huella de carbono es el primer paso para poder conocer las fuentes de emisiones de CO2 de ula organización. De esta manera, la huella de carbono permite identificar las medidas más eficientes a implementar para reducir las emisiones y consolidar la estrategia de acción frente al cambio climático.
Al reducir la huella de carbono de la organización se reduce el impacto en el clima de la actividad. También se reducen los costes asociados al consumo de materias primas, de energía o de productos y, además, se genera un valor añadido en una sociedad cada vez más exigente en la acción frente al cambio climático.
El consumo de productos realizados con materiales reciclados tiene un menor impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Estos productos cumplen la misma o mejor función que un producto no reciclado y alcanzan las mismas o mejores cuotas de calidad y de satisfacción para el usuario. Generan menos emisiones de CO2 porque la mayoría de productos y materias primas procedentes de materiales reciclados necesitan en su obtención menos energía que los procedentes del medio natural.
Se puede extender la responsabilidad frente al cambio climático exigiendo a terceros en los procesos de contratación o compra determinados requerimientos vinculados a la reducción de emisiones de CO2.
La optimización del empaquetado de los productos, además de dar respuesta a las demandas de los consumidores que cada vez más buscan productos sostenibles permite, a través del ecodiseño, reducir costes de almacenaje, de transporte y de uso de energía y de materias primas. Y esto genera una reducción de emisiones de CO2.
El cálculo de la huella de carbono es el primer paso para conocer el impacto de la actividad y reducir las emisiones de CO2. Solicitar a los proveedores su inventario de emisiones permite elegir entre ellos para reducir tu propia huella y transmitir la importancia de hacer frente al cambio climático a tu cadena de valor.
El impacto para el clima de la producción local es, como mínimo, 5 veces menor que la producción deslocalizada. Además de reducir la huella de carbono de los productos, favoreces la economía local (hipótesis basada en datos de alimentos. TCO2/año actualización alimentos kilométricos. Dato INE empresas alimentarias).
El diseño de las infraestructuras puede generar una reducción considerable del consumo energético de la instalación y, por tanto, reducir las emisiones de CO2. Para ello es necesario implementar determinados elementos arquitectónicos para aprovechar el calor del sol y la ventilación natural, definir la mejor orientación o utilizar materiales de construcción adecuados.
Los gases fluorados son generadores del calentamiento global en hasta 23.000 la cantidad equivalente de CO2. Ten en cuenta los diferentes tipos de refrigeración y las emisiones generadas en función de tus necesidades.