Renault

Renault ha sido pionera en la introducción de una gama completa de vehículos 100% eléctricos cero emisiones. La apuesta de Renault es construir una movilidad sostenible al alcance de todos, que sea un vector de progreso para la sociedad y contribuya a un desarrollo más sostenible para nuestro planeta. Renault ofrece una gama completa de vehículos 100% eléctricos y cero emisiones al uso, tanto de CO2 y dióxidos de nitrógeno, como de ruidos y olores. Desde que inició su comercialización en 2011, ha vendido más de 120.000 unidades en Europa, siendo la marca líder en este sector. Actualmente, uno de cada cuatro vehículos 100% eléctricos vendidos en Europa es un Renault, y ZOE es el modelo más vendido del continente. Kangoo ZE, por su parte, también es el vehículo comercial 100% eléctrico más vendido en Europa.
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Renault se compromete a poner en marcha acciones ambiciosas dirigidas a frenar la emergencia climática y la reducción de sus emisiones de CO2, con el objetivo de contribuir así a la descarbonización de la economía y al cumplimiento del Acuerdo de París.

Renault realiza las siguientes acciones #PorElClima:

Usar sistemas de doble descarga o interrupción en inodoros

Utilizando los sistemas de doble descarga en los inodoros se puede ahorrar hasta un 60% de agua.

Utilizar dispositivos ahorradores de agua

Mediante la instalación de tecnologías eficientes en los puntos de consumo de agua de los edificios se puede reducir el consumo en un 50%.

Establecer un protocolo de iluminación, según horas de sol y uso

La media de horas de luz diurna en verano es España es de 13 y 15 horas. Al establecer un protocolo de apagado automático de la iluminación al finalizar el horario laboral se puede evitar el consumo de energía y las emisiones de CO2

Realizar un mantenimiento adecuado de los sistemas que consumen energía

El mantenimiento de los sistemas que consumen energía garantiza el correcto funcionamiento de las luminarias, los aparatos eléctricos, los sistemas de aislamiento, los sistemas de climatización, etc., evitando el consumo energético por fugas o por mala operatividad.

Usar sistemas de detección de presencia en zonas de paso

Colocando cada 15 m2  interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.

Instalar interruptores para zonificar la iluminación

Colocando cada 15 m2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.

Utilizar sensores de luz en zonas con luz natural

En el mercado se pueden encontrar sensores de luz que detectan automáticamente su intensidad y desconectan los sistemas de iluminación si hay suficiente luz natural permitiendo ahorros de energía de hasta un 70%.  La media de horas de luz diurna en verano en España es de entre 13 y 15 horas.

Colocar sistemas de aislamiento y mejorar la envolvente de la estructura de los edificios

Las medidas de aislamiento térmico como la instalación de ventanas y acristalamiento o la configuración de fachadas con cámara de aire pueden reducir hasta un 30% el consumo energético generado por las necesidades de climatización.

Implantar sistemas de videoconferencia o reuniones online

La implantación de sistemas de comunicación permite reducir las emisiones de CO2 generadas por los desplazamientos y se consigue máxima eficiencia en la comunicación y un ahorro sustancial de costes y tiempo.

Optimizar rutas de transporte para el personal laboral

Optimizando las rutas de transporte se reducen los consumos de carburante y, por lo tanto, se reduce la generación de las emisiones de CO2 sin ninguna inversión inicial.

Fomentar y favorecer el desplazamiento a pie de los usuarios y del personal laboral

España es el país de la UE que más utiliza el vehículo privado para trayectos menores a los 3 km. Muchos de estos desplazamientos se pueden realizar a pie invirtiendo una media de 30 minutos y evitando las emisiones de CO2.

Promover e incentivar el uso de la bicicleta para los desplazamientos del personal laboral

El 50% de los viajes en coche en la ciudad son inferiores a 3 kilómetros lo que supone un tiempo de unos 10 min en bicicleta. Además de incentivar el uso de los servicios de bicicleta compartida que ya operan en muchas ciudades españolas se pueden generar políticas que promuevan el uso de la bicicleta para movernos por la ciudad cómodamente con cero emisiones de CO2.

Elegir vehículos de flota con motores eléctricos

Utilizar vehículos que funcionan con motores eléctricos mejora la eficiencia energética de los desplazamientos y, por lo tanto, permite reducir las emisiones de CO2. Además, genera otras ventajas estratégicas de índole tecnológica, económicas, de imagen corporativa e innovadoras.

Promover el uso del transporte público en los viajes del personal laboral

El coche privado representa el 16% del total de las emisiones de CO2 generadas en España. Esta cifra se puede reducir significativamente con el uso de transporte público, que es mucho más eficiente que el vehículo privado.

Optimizar el uso de papel

Con 170 kilos de consumo anual por habitante, España ocupa el puesto 24 en el ranking mundial, lejos de los más de 300 kilos de papel y cartón que consume al año una persona belga, una luxemburguesa o una estadounidense.

Consumir productos y materias primas procedentes de materiales reciclados

El consumo de productos realizados con materiales reciclados tiene un menor impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Estos productos cumplen la misma o mejor función que un producto no reciclado y alcanzan las mismas o mejores cuotas de calidad y de satisfacción para el usuario. Generan menos emisiones de CO2 porque la mayoría de productos y materias primas procedentes de materiales reciclados necesitan en su obtención menos energía que los procedentes del medio natural.

Optimizar el uso de productos desechables

Los productos desechables generalmente tienen una vida útil muy corta y suelen estar fabricados con materiales como el plástico o el poliestireno cuyos procesos de transformación son intensivos en el consumo de energía y, por tanto, en la generación de emisiones de CO2. En el caso de usos continuados la mejor opción es el uso de productos reutilizables por su menor impacto en el clima.

Reducir y optimizar el empaquetado de los productos

La optimización del empaquetado de los productos, además de dar respuesta a las demandas de los consumidores que cada vez más buscan productos sostenibles permite, a través del ecodiseño, reducir costes de almacenaje, de transporte y de uso de energía y de materias primas. Y esto genera una reducción de emisiones de CO2.

Trabajar con proveedores locales

El impacto para el clima de la producción local es, como mínimo, 5 veces menor que la producción deslocalizada. Además de reducir la huella de carbono de los productos, favoreces la economía local (hipótesis basada en datos de alimentos. TCO2/año actualización alimentos kilométricos. Dato INE empresas alimentarias).

Seleccionar criterios de construcción eficiente y bioclimáticos a la hora de diseñar nuevas infraestructuras

El diseño de las infraestructuras puede generar una reducción considerable del consumo energético de la instalación y, por tanto, reducir las emisiones de CO2. Para ello es necesario implementar determinados elementos arquitectónicos para aprovechar el calor del sol y la ventilación natural, definir la mejor orientación o utilizar materiales de construcción adecuados.

Historias #PorElClima de Renault

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