Segunda vida al plástico: nuevos materiales a partir de residuos
Polynext desarrolla materiales plásticos de menor impacto ambiental, reduciendo la huella de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero, con nuevas formulaciones y materiales a medida a partir del procesamiento de residuos plásticos que recicla.
Aunque los plásticos son una parte integral de la economía global y proporcionan múltiples beneficios, su cadena de valor es aún hoy arquetípicamente lineal. Polynext, enraizada en el principio de la economía circular como modelo de negocio, busca reducir el impacto de su actividad por medio de la creación o reinvención de materiales a partir de plásticos reciclados procedentes del residuo urbano e industrial para diferentes sectores y usos específicos. Así, están especializados en la formulación y la concepción de materiales, desarrollo de compuestos técnicos y el procesamiento de los residuos de plástico.
Durante el año 2020, la organización procesó un total de 8.472 toneladas de plástico reciclado, de las que 536 toneladas eran procedentes del post-industrial (residuo plástico recogido de cualquier rama de la industria) y 7.935 toneladas eran procedentes del post-consumo (residuo plástico obtenido del contenedor amarillo).
La empresa trabaja ampliamente su área de I+D, y colabora a menudo con instituciones y centros tecnológicos de referencia internacional. Además, ha elaborado un informe sobre la reducción de CO2 que supone emplear materiales plásticos reciclados frente a emplear polímeros vírgenes. Según la asociación americana de recicladores de plástico (The Association of Plastics Recyclers), las estimaciones calculan una reducción de en torno al 71% de emisiones de CO2 equivalente por kilógramo de material producido, reduciendo así en gran medida la la huella de carbono entre productos como el polipropileno o el polietileno de alta densidad fabricados a partir de materias vírgenes versus recicladas.
Con técnicas de recuperación de todo tipo de residuos plásticos, Polynext produce polímeros como el polipropileno o el polietileno de alta densidad, materiales de calidad compuestos por residuos post consumo sin olvidar los estándares internacionales de calidad requeridos.
Los materiales a medida se desarrollan para determinados volúmenes de consumo a partir de unas especificaciones aportadas por el transformador (fluidez, rigidez, resistencia a impactos, color, etc...) y teniendo en cuenta tanto el diseño del producto final, su vida útil, así como el proceso de producción empleado.
Con esta iniciativa se evita el fin del residuo por vertido y/o incineración, impulsando la economía circular del plástico al repensar toda la cadena de valor y reduciendo de esta forma, tanto el consumo de materias vírgenes como el impacto ambiental asociado.