La política interna de la compañía consiste en conservar todos los embalajes recibidos para su posterior uso en la distribución de mercancía, reutilizando así casi el 100% de las cajas de sus proveedores así como los materiales plásticos de protección.

Eleko es una empresa distribuidora de material eléctrico, de telecomunicaciones, automatización, instalaciones fotovoltaicas, neumática industrial y robótica cuyo objetivo principal ha sido no dedicar presupuesto a materiales de embalaje y protección, garantizando en todo caso la integridad de los productos, equipos y materiales que distribuye.

Los embalajes (cajas de cartón) y materiales de protección (plásticos y productos acolchados) que reciben con mercancía procedentes de proveedores, son en primer lugar clasificados según el tipo de material para su posterior uso. Las cajas se guardan sin desmontar con el fin de alargar la vida útil del material y mantener la estructura original del embalaje, además de ayudar a no ralentizar los procesos productivos. Por su parte, los materiales plásticos de protección de mercancía, como productos acolchados o films de embalaje, se acumulan en grandes cestas.

Con este sistema de reutilización de materiales se consigue una reutilización del 98% de los cartones y plástico de embalajes de proveedores, rechazando por mal estado o problemas de manipulación aproximadamente el 2% de todo lo que recibe. De esta forma la entidad colabora en la reducción de emisiones de CO2 que conllevaría la producción de estos elementos.

Una empresa como Eleko, cuya actividad principal es la distribución de mercancía, ha encontrado en una de sus necesidades, el embalaje, su principal compromiso en el camino hacia la descarbonización. Así, se ha comprometido a no consumir ningún material de embalaje, alargando todo lo posible la vida útil de elementos que ya existen. Como elemento distintivo en sus envíos solo utiliza la cinta de embalaje.

Eleko colabora de esta forma en la reducción de la producción de plástico y cartón, disminuyendo el consumo de materias primas como madera, agua y energía, lo que está directamente relacionado con la estrategia de reducción 2030 y la descarbonización total para 2050. Además, también calcula su huella de carbono todos los años desde 2017, habiéndola reducido desde entonces un 17%.