Somos futuro, comprometidos con las personas y el entorno
Con esta iniciativa se busca contribuir, desde todas las entidades, en la reducción de las emisiones de CO2 de las actividades y, por tanto, disminuir la huella de carbono total del grupo empresarial.
Àuria es un grupo de entidades de la economía social que tiene como objetivo promover la transformación mediante la inserción, la creación de ocupación y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y personas en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social. Àuria apuesta por modelos de energía renovable y para ello desarrolló un plan de transición energética que ya se inició en el año 2011 con la construcción de un edificio sostenible, utilizando energía geotérmica para la climatización.
Previamente se evaluaron los principales impactos ambientales en toda la cadena de valor. De este análisis se desprenden una seria de medidas preventivas de aplicación en todos los departamentos y con el último fin de eliminar, reducir o minimizar los impactos ambientales.
Con el estudio previo, y la necesaria transición energética como eje conductor, se generó un programa específico de acciones a implantar progresivamente en años posteriores. Algunas de ellas ya se han materializado. Por ejemplo: generación eléctrica por medio de placas solares para autoconsumo, vehículos 100% eléctricos, iluminación led, etc.
En general, el plan de transición contempla los siguientes puntos generales:
- Auditoría energética.
- Autoconsumo energético.
- Eficiencia energética en los procesos.
- Eficiencia en instalaciones y estructura.
- Flota de vehículos sostenibles.
- Formación y sensibilización.
El grupo empresarial también realiza auditorías externas y están certificados ISO 14.001, ISO 45.001, ISO 9.001, ISO 22.716 y EMAS, además de poseer la certificación de cosmética orgánica o natural COSMOS, que demuestra el compromiso por ofrecer productos sostenibles.
Todas las actuaciones de Àuria Grup están pensadas con el compromiso de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050), y por ello ya han reducido considerablemente su huella de carbono: un 64% desde 2017 (lo que implica una reducción de 568 toneladas de CO2 eq), cumpliendo con su compromiso de mejora del planeta y la calidad de vida de las personas.