Publicado por Equipo #PorElClima el Jueves, 01 Septiembre 2022

La acción gubernamental por sí sola ya no es suficiente y el liderazgo del sector privado es clave para el cumplimiento de los objetivos marcados por el 1,5 ºC del Acuerdo de París, siendo prescriptor de medidas innovadoras contra el cambio climático.

Son cada vez más las empresas que incorporan en sus planes de negocio una estrategia de sostenibilidad que se integra de forma transversal en la organización con el fin de responder a los retos ambientales, sociales y de buen gobierno (criterios ESG) que demanda cada vez en mayor medida no solo la legislación sino también el mercado. Además, toda la cadena de valor y todos sus stakeholders se ven "afectados" por estas decisiones, impulsando de esta forma las mejores prácticas en cada eslabón. 

De esta forma, aplicar al proceso productivo de servicios o de productos el desempeño de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 es fundamental para adaptarse a un contexto socioeconómico cada vez más exigente y cambiante. A través de metas cuantificables, iniciativas innovadoras, acciones concretas, proyectos de menor o mayor calado y, sobre todo, mediante la creación de alianzas, empresas de todos los tamaños integran estos objetivos con el fin de impulsar su estrategia corporativa. 

La emergencia climática, como uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad entera, debe de ser uno de los focos de acción prioritarios del sector privado puesto que queda cada día son más patentes sus consecuencias globales y su interrelación con el sistema socioeconómico. Dentro de este contexto, y ante la próxima COP27 que tendrá lugar en noviembre en Egipto, la convocatoria a los 10+10 Ejemplos Empresariales #PorElClima busca impulsar las buenas prácticas corporativas y sobre todo visibilizar las mejores acciones en el camino hacia la descarbonización, especialmente relacionadas con el ODS 13.

Por un lado, las grandes empresas son verdaderos músculos de acción: tienen la capacidad de movilizar importantes sumas de capital; influyen en grandes colectivos; mantienen fuertes relaciones institucionales público-privadas; y por ello pueden -y deben- proponer importantes estrategias de acción a medio y largo plazo, con acciones tácticas y proyectos, promocionando innovaciones, con el objetivo de transformar los paradigmas de producción y consumo. De otra parte, las pequeñas y medianas empresas representan solo en España más del 99% del tejido empresarial, imbricándose en todo el tejido social y con un potencial de acción exponencial. El compromiso climático tanto de grandes como de pymes no deja de crecer y así se demuestra en diferentes iniciativas  en las que el número de afiliadas es cada año mayor y no para de crecer (Empresas #PorElClima, SME Climate HUB, "Race to Zero", We Mean Business Coalition, etc.).

Ante un mundo cada vez más concienciado y sensibilizado, el sector privado no puede más que reflejarse en esa tendencia e inducir el cambio hacia un sistema productivo neutro en carbono. El liderazgo, la cooperación y las contribuciones tanto de grandes corporaciones como de pequeñas y medianas empresas en el camino hacia la descarbonización son decisivas para un futuro sostenible. Los compromisos adquiridos y la comunicación de los mismos, así como la evaluación posterior de los resultados de forma honesta, son esenciales en una estrategia efectiva y eficaz en la lucha contra el cambio climático.

Aquellas empresas que resulten pioneras de este cambio de paradigma, conocedoras del impulso que se genera gracias a la cooperación y conscientes de las sinergias que emergen entre las buenas prácticas, la productividad y los resultados financieros, serán el futuro.

   

Participar en los 10+10 Ejemplos Empresariales

Convocatoria abierta hasta el 30 de septiembre de 2022