EL COMPROMISO DE EROSKI CON LA SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL
El compromiso de EROSKI con el desarrollo sostenible implica inevitablemente el diseño y la ejecución de toda nuestra actividad respetando el medio ambiente y fomentando acciones para su protección. Este modelo de comportamiento en relación con nuestro entorno es, a su vez, uno de los principios del código de conducta de nuestra organización, refrendado también a través de nuestra adhesión al Pacto Mundial desde 2002.
En EROSKI realizamos un continuo esfuerzo para identificar, caracterizar y minimizar los principales impactos negativos y optimizar los impactos positivos que nuestra actividad tiene en el medio ambiente. Para ello, analizamos todas las fases en las que, en nuestra actividad como distribuidores, podamos afectar al entorno. Ello supone un seguimiento de los efectos desde la fabricación de productos con las empresas proveedoras hasta la gestión del residuo final generado en los hogares y en nuestras propias instalaciones. Esta visión global de nuestros efectos en el medio ambiente nos permite actuar sin transferir los impactos de una fase a otra y transmitiendo también esa apuesta por la protección del entorno a todos nuestros grupos de interés.
Acorde a nuestra Política Ambiental y los aspectos ambientales más relevantes asociados a nuestra actividad, en EROSKI hemos definido unas lineas de trabajo que tienen como base la mejora continua y se alinean con nuestros objetivos estratégicos. Éstas se pueden resumir en seis ejes de actuación básicos:
Estas acciones de mejora se desarrollan en todas las etapas de nuestro itinerario productivo, por lo que también involucramos a los actores externos a nuestra organización en la medida en que puedan contribuir a la reducción de nuestra huella ambiental. Por ello, tratamos de sensibilizar también a las personas consumidoras en la necesidad de reducir su propio impacto en el medio ambiente. Para ello apoyamos campañas como “La Hora del Planeta” de WWF o usamos nuestro canal de medio ambiente en la revista EROSKI CONSUMER (http://www.consumer.es/medio-ambiente ).
Nuestra memoria de sostenibilidad anual, elaborada acorde a los estándares de Global Reporting Initiative y auditada por AENOR, recoge información detallada sobre las distintas acciones relacionadas con la sostenibilidad que llevamos a cabo, así como numerosos indicadores ambientales, sociales y económicos, incluyendo también nuestra huella de carbono.
La media de horas de luz diurna en verano es España es de 13 y 15 horas. Al establecer un protocolo de apagado automático de la iluminación al finalizar el horario laboral se puede evitar el consumo de energía y las emisiones de CO2.
El mantenimiento de los sistemas que consumen energía garantiza el correcto funcionamiento de las luminarias, los aparatos eléctricos, los sistemas de aislamiento, los sistemas de climatización, etc., evitando el consumo energético por fugas o por mala operatividad.
Colocando cada 15 m2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.
Colocando cada 15 m2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.
En el mercado se pueden encontrar sensores de luz que detectan automáticamente su intensidad y desconectan los sistemas de iluminación si hay suficiente luz natural permitiendo ahorros de energía de hasta un 70%. La media de horas de luz diurna en verano en España es de entre 13 y 15 horas.
La conducción eficiente permite generar un ahorro medio de carburante y una reducción de emisiones de CO2 del 15%.
La implantación de sistemas de comunicación permite reducir las emisiones de CO2 generadas por los desplazamientos y se consigue máxima eficiencia en la comunicación y un ahorro sustancial de costes y tiempo.
Utilizar vehículos que funcionan con motores eléctricos mejora la eficiencia energética de los desplazamientos y, por lo tanto, permite reducir las emisiones de CO2. Además, genera otras ventajas estratégicas de índole tecnológica, económicas, de imagen corporativa e innovadoras.
El cálculo de la huella de carbono es el primer paso para poder conocer las fuentes de emisiones de CO2 de ula organización. De esta manera, la huella de carbono permite identificar las medidas más eficientes a implementar para reducir las emisiones y consolidar la estrategia de acción frente al cambio climático.
Al reducir la huella de carbono de la organización se reduce el impacto en el clima de la actividad. También se reducen los costes asociados al consumo de materias primas, de energía o de productos y, además, se genera un valor añadido en una sociedad cada vez más exigente en la acción frente al cambio climático.
El consumo de productos realizados con materiales reciclados tiene un menor impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Estos productos cumplen la misma o mejor función que un producto no reciclado y alcanzan las mismas o mejores cuotas de calidad y de satisfacción para el usuario. Generan menos emisiones de CO2 porque la mayoría de productos y materias primas procedentes de materiales reciclados necesitan en su obtención menos energía que los procedentes del medio natural.
La optimización del empaquetado de los productos, además de dar respuesta a las demandas de los consumidores que cada vez más buscan productos sostenibles permite, a través del ecodiseño, reducir costes de almacenaje, de transporte y de uso de energía y de materias primas. Y esto genera una reducción de emisiones de CO2.
El impacto para el clima de la producción local es, como mínimo, 5 veces menor que la producción deslocalizada. Además de reducir la huella de carbono de los productos, favoreces la economía local (hipótesis basada en datos de alimentos. TCO2/año actualización alimentos kilométricos. Dato INE empresas alimentarias).
El diseño de las infraestructuras puede generar una reducción considerable del consumo energético de la instalación y, por tanto, reducir las emisiones de CO2. Para ello es necesario implementar determinados elementos arquitectónicos para aprovechar el calor del sol y la ventilación natural, definir la mejor orientación o utilizar materiales de construcción adecuados.
Los gases fluorados son generadores del calentamiento global en hasta 23.000 la cantidad equivalente de CO2. Ten en cuenta los diferentes tipos de refrigeración y las emisiones generadas en función de tus necesidades.