Publicado por ASHES TO LIFEel Jueves, 14 Marzo 2019
La calidad del agua, este bien tan escaso e indispensable para nuestra supervivencia, no solo depende de estos factores naturales, también depende de la acción humana.
EL AGUA, UN BIEN ESCASO QUE DEBEMOS CUIDAR

El agua, esa sustancia cuya molécula está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O), es imprescindible para el origen y la supervivencia de la cualquier ser vivo, incluidos los humanos. Culturalmente, con el término agua nos referimos a la sustancia en su estado líquido, aunque ésta también puede hallarse en su forma sólida (llamada hielo) o en su forma gaseosa (llamada vapor). Pese a ser una sustancia bastante común en la Tierra (recubre tres cuartas partes de la superficie del planeta), una parte mínima de este agua es apta para el consumo humano.

Parafraseando al químico francés Antoine Lavoisier en su ley de conservación de la materia enunciada en 1785, podemos decir que el agua ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Y todo ello gracias al ciclo hidrológico por el cual, tras procesos de evaporación y posterior condensación, regresa de nuevo a la Tierra en forma de precipitaciones y nos permite disponer de este recurso natural insustituible. Concretamente, este ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua de la superficie terrestre a causa de la energía solar. El vapor de agua humedece el aire en su ascenso, se enfría sobre partículas sólidas y se condensa en microgotas que se unen y forman las nubes. Posteriormente, las gotas de agua precipitan a tierra en forma de lluvia, granizo o nieve dependiendo de la temperatura de la atmósfera. Finalmente, el agua acaba retornando a los océanos a través de diferentes cauces, donde se evaporará de nuevo debido a la energía solar. Es así como se cierra el ciclo hidrológico.

Centrándonos exclusivamente en la naturaleza y concretamente en este ciclo hidrológico, la calidad del agua vendría determinada por la erosión del substrato mineral, los procesos atmosféricos de evotranspiración y sedimentación de lodos sales, la lixiviación natural de la materia orgánica y los nutrientes del suelo por los factores hidrológicos, y los procesos biológicos en el medio acuático que pueden alterar la composición física y química de este elemento. Pero la calidad de este bien tan escaso no solo depende de estos factores naturales, también depende de la acción humana.

AMENAZAS PARA LA SALUD DEL AGUA

Los contaminantes constituyen la principal causa de la pérdida de calidad de agua en el Planeta. Entre los contaminantes más relevantes se encuentran los microbios, los nutrientes, los metales pesados, los químicos orgánicos, aceites y sedimentos, así como el calor, que también puede ser un agente contaminante al elevar la temperatura del agua. Las principales causas que alteran la calidad del agua son:

  • Desechos Industriales
  • Aumento de las Temperaturas
  • Uso de Pesticidas Químicos:
  • Vertidos de Petróleo
  • Deforestación

Como podemos ver en todas estas causas, la responsabilidad del ser humano es evidente, por lo que está en nuestra mano actuar si queremos cuidar la salud del agua de nuestro Planeta.

LOS BOSQUES, AGENTES ACTIVOS EN LA CALIDAD DEL AGUA

Tal y como exponíamos en el artículo Fuego y Agua. Impacto de los Incendios Forestales en el ciclo hidrológico  los bosques desempeñan una labor fundamental que afecta de forma directa a la calidad del aguay, consecuentemente, al bienestar de las personas, pues nuestra salud está íntimamente relacionada con la salud del agua que nos proporcionan estos bosques.

Recuperando el antes mencionado ciclo hidrológico, en esa espiral de retroalimentación entre precipitaciones y evapotransporación, los bosques, por un lado, impiden el impacto directo de la lluvia sobre el suelo, bien porque lo hace primeramente sobre el follaje y el ramaje, o bien porque lo hace sobre la hojarasca o restos de materia orgánica que cubre el suelo.

Por otro lado, es importante destacar que los bosques actúan como una depuradora natural mejorando la calidad del agua. Una vez que ésta alcanza el suelo, tanto la masa forestal como la vegetación actúan como esponjas almacenando grandes cantidades de agua y permitiendo que el agua se infiltre lentamente por las distintas capas del suelo hasta alcanzar capas más profundas. Gracias a esa reducción de velocidad de infiltración, las raíces de las plantas y pequeños organismos son capaces de retener las partículas e impurezas presentes en el agua y permitiendo que llegue a las capas inferiores más limpia y con mayor calidad. 

ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta

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