SOSTENIBILIDAD 360º desde el campo a la mesa

Para dar solución a los retos que plantea el cambio climático, García Carrión ha desarrollado la estrategia SOSTENIBILIDAD 360º, que actúa con la innovación como enfoque central sobre toda la cadena de valor: desde la producción en los campos de cultivo hasta la mesa del consumidor final.

Alineada con la estrategia de la Unión Europea Farm to Fork, hay 4 principales líneas de acción que se plantean y a las que se asocian diferentes proyectos e iniciativas en el camino hacia la neutralidad en carbono. Algunos ejemplos:

• Garantizar alimentos de calidad, saludables y sostenibles - Agricultura km0: cultivos propios y acuerdos a largo plazo con más de 40.000 agricultores locales.

• Combatir el Cambio Climático - Entre las principales acciones en la lucha contra el cambio climático están la producción y autoconsumo de biogás y biomasa a partir de restos orgánicos, el uso de electricidad 100% renovable, la eficiencia energética y operativa (industria 4.0), la obtención de nitrógeno verde desde el aire o el lanzamiento de nuevos envases con la menor huella de carbono del mercado. Cabe destacar su planta de Don Simón en Huelva, que será neutra en carbono antes de 2025 y que cuenta con un triple objetivo medioambiental: 0 residuos, 0 emisiones y 0 consumo neto de agua. En estas instalaciones se reutiliza el 100% del agua para el regadío de los naranjos, aportando además nutrientes que permiten reducir el uso de fertilizantes.

• Bioeconomía y economía circular - Valorización del 100% de los residuos. Un ejemplo concreto es que, a partir de las cáscaras de naranja, se están consiguiendo nuevos productos de alto valor añadido tales como aceites esenciales, D-limoneno, pienso para alimentación animal o un perfume. Además, se está desarrollando una botella a partir de la propia cáscara de las naranjas.
• Proteger el medio ambiente y preservar la biodiversidad - En la planta de Don Simón en Huelva se han reservado 250 ha de espacio protegido para el cuidado y la preservación de la avutarda. También se ha apostado por el cultivo de variedades de naranja ancestrales, ayudando así a la recuperación de los ecosistemas.

Como resultado de esta estrategia se espera, antes de 2025, una reducción de al menos 50.000 toneladas al año de emisiones de CO₂ de los alcances 1 y 2, lo que supone una disminución de más del 50%, con la meta de seguir ofreciendo productos de calidad, saludables y respetuosos con el medio ambiente.